Índice
- ¿Qué es el cáncer de cabeza y cuello?
- Tipos de cáncer de cabeza y cuello
- Síntomas del cáncer de cabeza y cuello
- Factores de riesgo del cáncer de cabeza y cuello
- Diagnóstico y tratamiento del cáncer de cabeza y cuello
El cáncer de cabeza y cuello es el sexto tipo de cáncer más común en el mundo. En 2024 se registraron en España, aproximadamente, más de 10.000 nuevos casos. La edad media de aparición de este tipo de cáncer está por encima de los 50 años, aunque algunos más específicos como el de nasofaringe y glándulas salivares pueden tener una aparición más temprana.
¿Qué es el cáncer de cabeza y cuello?
El término cáncer de cabeza y cuello engloba un grupo de tumores de carácter maligno localizados en los senos paranasales, nasofaringe, orofaringe (amígdala, paladar blando, base de lengua), hipofaringe, laringe, cavidad oral (mucosa oral, encía, paladar duro, lengua y suelo de boca) y glándulas salivares. Dentro de esta clasificación se excluyen los tumores de la piel, cerebrales y tiroideos.
Dado el carácter heterogéneo en términos de origen y comportamiento que caracteriza a este grupo de tumores, los clasificamos en cinco categorías distintas de acuerdo con la zona de la cabeza o del cuello en la que empiezan.
Tipos de cáncer de cabeza y cuello
- Cáncer de laringe: los principales síntomas son la ronquera, dificultad para tragar, problemas para respirar y dolor. La laringe es un conducto corto formado por cartílago situado justo abajo de la faringe en el cuello. El otorrinolaringólogo es el encargado de realizar el diagnóstico del cáncer de laringe.
- Cáncer de nasofaringe o cavum: se ubica en la parte más alta de la faringe, detrás de las fosas nasales, justo por delante de la columna cervical. Los síntomas suelen ser tardíos y relacionados con la dificultad para respirar, oír (por obstrucción de las trompas de Eustaquio) o sangrado nasal.
- Carcinoma de orofaringe y cavidad oral: la orofaringe es la parte de la faringe que se inicia por detrás de la boca. El carcinoma de orofaringe y cavidad bucal incluye todos los tumores que se desarrollan en los labios, el paladar blando, el paladar duro, la lengua y las amígdalas.
- Tumores nasales y de senos paranasales: los senos paranasales se ubican anatómicamente en las cavidades de los huesos faciales y se caracterizan por ser estructuras aéreas; mientras que la cavidad nasal es el espacio hueco que hay dentro de la nariz.
- Tumores de las glándulas salivares: las glándulas salivares se subdividen en glándulas mayores y menores; dentro de las glándulas mayores se recogen la parótida, submaxilar y sublingual. Es en estas mismas donde fundamentalmente se localizan los tumores, aunque en general los tumores de las glándulas salivares tienen una frecuencia relativamente baja.
Síntomas del cáncer de cabeza y cuello
Varían en función del tipo de tumor, es decir, del lugar donde se localiza.
Algunos de los síntomas pueden ser:
- Un bulto en el cuello.
- Una llaga en la boca o en la garganta que no sana y duele.
- Dolor de garganta que no desaparece.
- Dificultad para tragar.
- Cambio o ronquera en la voz.
Además, algunos de ellos, por zonas específicas, pueden ser:
- En la cavidad oral se puede presentar un parche blanco o rojo en la encía, la lengua o revestimiento de la boca, bulto o inflamación en el maxilar o sangrado poco común en la boca.
- En la faringe, algunos síntomas comunes que pueden presentarse incluyen dolor al tragar, dolor persistente en el cuello o garganta, molestias o zumbido en los oídos, así como dificultad para la audición.
- En la laringe, dificultad para respirar o hablar; dolor al tragar o dolor de oído.
- En los senos paranasales y la cavidad nasal, algunos signos y síntomas que se pueden experimentar incluyen congestión persistente de los senos paranasales, infección crónica de los senos paranasales (sinusitis) que no responde al tratamiento con antibióticos, sangrado nasal, dolores de cabeza frecuentes, inflamación u otras alteraciones oculares, dolor en los dientes superiores, o dificultades relacionadas con prótesis dentales.
- En las glándulas salivales puede aparecer hinchazón debajo en la zona submentoniana o alrededor del maxilar, adormecimiento o parálisis de los músculos faciales, así como dolor persistente en la cara, el mentón o el cuello.
Factores de riesgo del cáncer de cabeza y cuello
Algunos de los factores de riesgo para el cáncer de cabeza y cuello pueden ser:
- Tabaco y alcohol: son los dos factores de riesgo más importantes de este tipo de cáncer, especialmente de la cavidad oral, orofaringe, hipofaringe y laringe. Al menos el 75% de los cánceres de cabeza y cuello son causados por el uso de tabaco y alcohol.
- Virus del papiloma humano: La infección por tipos de virus del papiloma humano (VPH) que causan cáncer, sobre todo el VPH de tipo 16, es un factor de riesgo de los cánceres de orofaringe que afectan las amígdalas o la base de la lengua.
- Dieta con carencias: el déficit de vitaminas, fundamentalmente A y C, puede contribuir al inicio de estos tumores
- Higiene bucal: la escasa higiene bucal y las zonas de roce de las prótesis dentales mal ajustadas se relacionan con los tumores de orofaringe fundamentalmente.
- Infecciones: La infección por el virus de Epstein-Barr es un factor de riesgo de cáncer de nasofaringe y de cáncer de glándulas salivales.
- Radiaciones: los trabajadores al aire libre están expuestos a radiaciones ultravioletas, presentando una mayor incidencia de cáncer de labio inferior.
- Genética: Algunos trastornos genéticos, como la anemia de Fanconi, aumentan el riesgo de presentar lesiones precancerosas y cánceres a una edad temprana.
Diagnóstico y tratamiento del cáncer de cabeza y cuello
No existen programas eficaces para la detección precoz de cáncer de cabeza y cuello. Ante la sospecha de un posible cáncer de cabeza y cuello, el médico puede realizar al paciente un minucioso examen físico y una valoración clínica que puede ayudar a diagnosticar tumores en estadios precoces, muchas veces asintomáticos.
Una prueba irrefutable para la confirmación de un diagnóstico de cáncer, es realizar una biopsia. La biopsia consiste en extraer una muestra de tejido o de células para examinarla con un microscopio.
Otras pruebas diagnósticas son la tomografía computarizada (TC), la tomografía por emisión de positrones (PET) o la resonancia magnética nuclear (RMN) con las que se puede determinar el alcance de la enfermedad (estadio), entre otras.
En cuanto a los tratamientos, hay diferentes según modalidades:
- Cirugía: es el tratamiento primario en tumores precoces y en los enfermos que presenta recaídas tumorales operables.
- Radioterapia: usado en tumores pequeños o paciente que no pueden ser sometidos a cirugía, se trata de ondas de radiación de alta energía para destruir las células cancerosas en el tumor y su alrededor. Puede destruir las células o bien detener su crecimiento cuando se administra a altas dosis.
- Quimioterapia: fármacos con la finalidad de destruir las células tumorales. Se administra habitualmente por vía venosa, si bien algunos medicamentos se pueden administrar por la boca.
- Inmunoterapia: busca estimular las defensas naturales del cuerpo con el objetivo de que estas combatan el cáncer.
- Anticuerpos monoclonales: son fármacos intravenosos que actúan aprovechando la reacción que el sistema inmunitario genera a agentes extraños. En el caso de los anticuerpos monoclonales, esta respuesta inmune se puede utilizar para producir anticuerpos dirigidos contra una molécula específica; puede combinarse con la radioterapia y la quimioterapia al actuar de forma diferente.
CODEX: ES-NON-02914 (fecha de creación: abril 2024).
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